¿Cuántas veces no he escuchado la frase en clase y en formaciones de la imagen?
¡Hasta yo la he dicho!
Largas entradas y presentaciones se han hecho sobre lo que es la creatividad. Se han generado mitos al decir que, por un lado, la creatividad es un privilegio de unos pocos y que, por otro lado, solo somos creativos cuando hay algo artístico de por medio.
No sé a ti, pero a mí las palabras de Daniel Goleman en su libro El Espíritu Creativo confirman lo que he venido viviendo en mi aula de lenguas cuando mis estudiantes y yo jugamos con la lengua, proponemos soluciones o generamos respuestas a preguntas que nos hacemos.
Cuando adoptas un nuevo enfoque de lo que haces - y ese nuevo enfoque da resultado-, estás usando tu creatividad. Cuando vas más allá de las maneras tradicionales de solucionar un problema con un éxito que influye en los demás, tu creatividad adquiere una dimensión social vital.
La creatividad no es algo que nace, muere o se destruye. Para ser creativos necesitamos entrenar, practicar y transformar nuestros hábitos a través de la dedicación y la exploración.
La creatividad surge cuando encontramos la manera de hacerle entender a un aprendiente una palabra que antes no entendía de ninguna manera.
O cuando logramos dar una clase con éxito a pesar de que la tecnología no haya funcionado. Teníamos un as bajo la manga y la clase salió espectacular.
¡Hemos sido creativos!
Alguna vez leí una cita de Dean Simonton que decía que «un líder de éxito es alguien capaz de persuadir a la gente de que cambie sus ideas o su comportamiento. Un creador de éxito es alguien que brinda a otras personas una manera diferente de ver el mundo».
Un líder de éxito es alguien capaz de persuadir a la gente de que cambie sus ideas o su comportamiento. Un creador de éxito es alguien que brinda a otras personas una manera diferente de ver el mundo.
Cuando doy una clase, tengo muy presente que mi objetivo principal es que mis estudiantes vean el mundo de otra manera a través de la lengua que están aprendiendo. ¿Te pasa lo mismo?
La creatividad es una de las características que los estudiantes más destacan en un docente: su capacidad para ejemplificar, explicar y conectar el contenido con el mundo del estudiante.
Un buen docente sabe captar la atención y, sobre todo, mantenerla. Mientras lo hace, no olvida sus motivaciones, estrategias de aprendizaje y, por supuesto, fomenta y conoce su creatividad. Aquí te dejo un test si quieres saber cuál es tu tipo.
¡Parece mucho trabajo! ¿Cierto?
Pero para empezar te voy a dar tres pilares que a mí me han ayudado mucho.
Interacción y comunicación: el aula de idiomas es un espacio para construir el conocimiento, compartir e intercambiar ideas. Los mejores momentos EUREKA suelen suceden en compañía de otros.
Rompe las barreras del aula: ya sea si estás dando clase en línea o presencial, no te limites a la hora y día en la que tu clase tiene lugar. Haz uso de la tecnología para potencial el trabajo con la lengua fuera del aula.
Potencia diferentes estrategias creativas: lleva a clase estrategias como los disparadores creativos, los vision boards o los mood boards. Asimismo, puedes llevar a clase técnicas específicas que potencian la creatividad y el pensamiento crítico: la técnica de SCAMPER o la de los SEIS SOMBREROS. Te he dejado algunos ejemplos del blog.
En algún momento he creado también unidades didácticas en las que hablo específicamente de creatividad con mis estudiantes. No te puedes imaginar todo lo que llegas a aprender a través de ellas.
Por último, Walt Disney decía que había tres fases en el proceso creativo: la soñadora, la realista y la crítica. En la primera generamos ideas, en la segunda buscamos opciones para ponerlas en práctica y en la tercera evaluamos la creación. Y como ya lo habrás hecho tú también, en el aula de lenguas podemos crear actividades para cada una de estas fases.
Deja una respuesta