En esta entrada te comparto un material ideal para trabajar la rutina diaria, el uso del pretérito perfecto y la descripción de objetos. Está compuesta de tres partes que se pueden combinar perfectamente con muchas de las actividades propuestas por diferentes manuales. Dependiendo de cuándo se lleve a clase, se pueden definir estas tres fases de trabajo.
¿Para cuál de estas dos fases la usarías?
En esta primera parte encuentras una serie de 18 verbos (en cada folio hay dos). El orden en el que se presentan, representa la línea temporal en la que normalmente pueden llegar a ocurrir. Las irregularidades de cambio vocálico se marcan para reforzar el trabajo en la conjugación.
Ideas para usarlas:
Lo más importante es intentar conectar las imágenes de manera coherente y, si es posible, buscar un hilo narrativo.
Ahora que ya son unos expertos en la conjugación, podemos usar esta actividad para trabajar los verbos reflexivos en pretérito perfecto. Al alumnado se le presenta el siguiente problema. Luego, tienen un gráfico que ilustra (como un recorrido) cada una de las cosas que ha hecho Felipe. Además, hay diferentes colores y figuras para guiarlos.
Luego de que sepan dónde están las llaves que ha perdido Felipe, pasan a escribir su día usando el pretérito perfecto.
Y si lo que quieres es que repasen los pronombres de objeto directo y las descripciones, he creado un set de tarjetas que puedes usar de diferentes maneras.
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